EL CAMBIO CLIMÁTICO, LA RELIGIÓN Y LOS CONSERVADORES
Hablemos del tiempo… La comunidad científica en su conjunto advierte de que realmente se está produciendo un cambio climático. Es cierto que no pueden predecir con exactitud el ritmo de tal cambio y hasta qué tanto por ciento es culpable la especie humana, pero también, desde el sentido común, es cierto que es muy probable que toda la mierda que echamos en el mundo influya. En la página web del propio gobierno de España concretamente desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, aparece el siguiente texto:
“Existe un consenso científico, casi generalizado, en torno a la idea de que nuestro modo de producción y consumo energético está generando una alteración climática global, que provocará, a su vez, serios impactos tanto sobre la tierra como sobre los sistemas socioeconómicos.
Ya en el año 2001 el Tercer Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) ponía de manifiesto la evidencia proporcionada por las observaciones de los sistemas físicos y biológicos que mostraba que los cambios regionales en el clima, en concreto los aumentos de las temperaturas, estaban afectando a los diferentes sistemas y en distintas partes del globo terráqueo. Señalaba, en definitiva, que se están acumulando numerosas evidencias de la existencia del cambio climático y de los impactos que de él se derivan. En promedio, la temperatura ha aumentado aproximadamente 0,6°C en el siglo XX. El nivel del mar ha crecido de 10 a 12 centímetros y los investigadores consideran que esto se debe a la expansión de océanos, cada vez más calientes.
El cambio climático nos afecta a todos. El impacto potencial es enorme, con predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. En definitiva, el cambio climático no es un fenómeno sólo ambiental sino de profundas consecuencias económicas y sociales. Los países más pobres, que están peor preparados para enfrentar cambios rápidos, serán los que sufrirán las peores consecuencias.
Se predice la extinción de animales y plantas, ya que los hábitats cambiarán tan rápido que muchas especies no se podrán adaptar a tiempo. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la salud de millones de personas podría verse amenazada por el aumento de la malaria, la desnutrición y las enfermedades transmitidas por el agua. España, por su situación geográfica y características socioeconómicas, es muy vulnerable al cambio climático.”
El texto me deja casi sin palabras… pero tengo que poner palabras para poder poner un orden en el desorden que siento que se me vende, que nos venden…
Pareciera que ante la evidencia o al menos ante el peligro que se pone en juego para no sólo las próximas generaciones, sino también para la nuestra, hay cierta actitud distante por parte de la corriente conservadora de este mundo globalizado… La postura de Trump vergonzosa, las palabras de Rajoy hablando de su primo, deplorables. Son dos ejemplos, podrían ponerse muchos más pero todos ellos desde sectores conservadores, la llamada derecha…
Para más cachondeo, encima se da la verdad alternativa (Es decir, falsa) de que los defensores de la culpabilidad del hombre en este cambio climático, son poco menos que unos fanáticos religiosos. Desde España incluso se les ha llamado comunistas.
Nuevamente me quedo sin palabras. Es difícil continuar poniendo palabras a una invasión ideológica de tal magnitud. Las multinacionales, las industrias, incluso las grandes empresas farmacéuticas están interesadas en que nada se mueva, de que no les toquen sus beneficios. ¿El porvenir de sus hijos? Les importa un pito o creen que tendrán protección con sus millones…
Y nosotros seguimos aquí, sin poner palabras…
Eso es la derecha. Una posición ideológica que quiere conservar (Es curioso que hasta existan partidos que se llaman conservadores y además orgullosos) los valores establecidos, unos valores que implican un dominio y un poder de unos pocos sobre muchos… O es que acaso no ocurrió lo mismo con Copérnico, Galileo, Darwin, Freud y muchos otros quizás no tan nombrados. El avance en el conocimiento pareciera que siempre es subversivo para el sistema en la medida que cuestiona la estabilidad de ese sistema… Si la tierra no es el centro del universo, la religión se pone en juego y eso es peligroso porque es la que intimida y consuela en su esclavitud a mucha gente. En el fondo se realza una posición muy narcisista. Es como no querer salir de mirarse el ombligo y proteger lo que uno tiene. ¿Y a los demás? Pues que les den.
Y después dicen que el religioso soy yo… Joder con las verdades alternativas que por cierto es un fenómeno que si se habla de él es porque llega a mucha gente. La gente pareciera querer creer en algo místico que te venden por los grandes medios de información, incluido Internet. Es decir, pareciera que se prefiera la mentira a afrontar la realidad.
Pero… Hasta dónde hemos llegado…
Todo esto me lleva a pensar que la derecha es una religión dirigida por el poder económico. O, quizás, la religión es una derecha dirigida por el poder económico. O, mejor todavía, la religión, la derecha y el poder económico son sinónimos a los que la cultura, el avance y el progreso les importan un bledo. Y el problema es que las religiones enganchan, aunque sean estúpidas (En el sentido de que alienan).
¡Por Dios! ¡Padre omnipotente de mí niñez! Pero hasta dónde hemos llegado…
J.C.
INUPSI