IMAGINA EN TIEMPOS DE TERRORISMO
El tema de John Lennon, Imagine, publicado ya en el Facebook de INUPSI, es indudablemente propicio para el tiempo actual y nos conmueve en la medida que habla de un ideal que la mayoría de nosotros, a pesar de todas las diferencias, deseamos. Alude a que el mundo sea uno, a una unicidad donde no exista la violencia ni exista la necesidad… Sería realmente un progreso del homo sapiens, un mundo donde reinara el deseo y el deseo del placer, en el sentido del equilibrio interno y con los otros… Un mundo donde podríamos poner en juego esa especie de mandamiento anarquista, cristiano, judío y musulmán que nos dice que serás más libre en la medida en que tus vecinos, los otros, lo sean…
Es lo que parece que hoy se pone en juego tras los atentados terroristas en París… En diversos países se pone en juego el emblema de que todos somos Francia y se canta la marsellesa… bonito ideal pero da la impresión de que no cuenta con todos… ¿Y los iraquíes?… ¿Y los sirios?… ¿Y los nigerianos?…
No es que seamos franceses, aunque desde nuestro mundo nos identificamos fuertemente con ellos en estos momentos (cómo no, si aquí, en España, sufrimos el 15-M), somos ciudadanos del mundo. El problema no es la nacionalidad que no es otra cosa que la búsqueda de la identidad y de la pertenencia a un grupo. El problema es el mundo que hemos creado entre todos…. Pero, ¿Cómo es posible, en pleno siglo XXI, qué todavía estemos hablando de guerras santas o de qué es un problema acoger a refugiados?… ¿Es qué no tenemos memoria histórica?
Como soy psicoanalista enseguida pienso que el problema del ser humano es que siempre tiende a repetir los mismos errores, qué la capacidad de cambio es limitada y que podemos acceder a poco progreso para enseguida caer en una situación involutiva…
Pero también como soy psicoanalista, pienso que el ser humano es capaz de lo peor pero también de lo mejor. Hemos creado un mundo simbólico, un mundo más allá de la naturaleza que podemos transformar… Son muchos los retos que hay por el camino… Hay que cuidar el mundo, hay que cuidar los que lo integran, los árboles, las plantas, los animales, los seres humanos.
Tenemos que reflexionar pues algo hemos hecho mal, sobre todo en la sociedad occidental. En las llamadas sociedades del primer mundo, como ahora Europa, se proclama que somos algo así como la vanguardia del bienestar social. Sin embargo estamos en la mayor crisis económica conocida o por lo menos la mayor desde la gran depresión, el llamado estado del bienestar está sufriendo continuos recortes, la sanidad ya no es universal, se hacen diferencias entre las personas dependiendo de su lugar de origen, hay profundas resistencias para atender y dar cobijo a los refugiados (Fijaros que hablo de cobijo porque parece que sólo es eso lo que se merecen). Y podemos seguir hablando de la educación, de la vivienda, del empleo, etc.
Estamos de acuerdo con Hollande en una cosa, estamos en guerra… ¿Pero, cuáles son nuestros enemigos?
Vamos a poner nombres y no se puede ser tibio: Por supuesto y pondremos en primer lugar para evitar susceptibilidades, el proclamado estado islámico, el ISIS, que se rige por un fanatismo propio de la Edad Media y que parece que todavía combate una guerra santa contra la Santa Inquisición, cuando ya ha desaparecido. Pero también, un sistema capitalista que ha consentido crear un sistema injusto y semillero de terroristas. Son también culpables la Unión Europea, Francia incluida, Rusia con su doble juego, EE. UU con la presunción de ser los salvadores del mundo cuando sólo defienden sus intereses (Por cierto, Obama, es qué ya no recuerdas tus orígenes y la ilusión de la gente… querían otra cosa… Joder!!!) el sistema capitalista que incluye los intereses de las industrias armamentistas, las grandes multinacionales y fortunas que miran hacia otro lado mientras recaudan dinero.
Podríamos seguir apuntando… Estamos dolidos y la tentación es de apuntar más directamente. Lo dejaremos aquí. Nuestra intención, además de elaborar el duelo que significa vivir donde estamos, es poner en juego la necesidad de un cambio de las políticas tradicionales que sólo sirven a los intereses de un dinero perverso. No queremos seguir por ahí. ¡Qué les den a los partidos tradicionales! ¡Qué les den a los intereses capitalistas detrás de las nacionalidades! ¡Qué les den a los nobles, condes y reyes, que creen que la sangre es la que asegura la dignidad!
Busquemos un espacio de libertad diferente. Queremos ser dignos de vivir en este mundo que nos hemos encontrado, queremos cuidarlo, queremos vivir en libertad en la convivencia con los otros…
SALUD!
J.C.P
INUPSI
La perversion de este sistema nos avoca a pensar en la maldad del ser humano o en la maldad de la cultura occidental. ¿Podríamos crear un mundo en el que no existiese el hambre, en el que no hubiese poblaciones enteras condenadas al sufrimiento y a la sed? ¿Un mundo donde no importase dónde se ha nacido? Evidentemente se podría construir ese mundo, el problema es que los intereses del capitalismo, ligado a una competitividad entre los indiviuos feroz, jamás lo permitirán. La riqueza extrema que acumula una minoría de privilegiados sólo es posible a costa del sufrimineto de millones de personas.