RESACA ELECTORAL
La “democracia” en este país estaba completamente estancada, corrompida y al servicio de unos pocos privilegiados que habían olvidado por completo al pueblo al que en teoría representan. Su impunidad no tenia fin y se creían por encima de la ley, los programas políticos eran papel mojado, no importaba , se creían con derecho a todo, era la ley del “todo vale”, y veíamos casos completamente vergonzantes, para cualquier sociedad que se precie, de alcaldes corruptos reelegidos una y otra vez. Incluso familias de alcaldes que se remontaban generaciones atrás. Todo ello con ese tufo a franquismo, con esa sensación de no haber superado esa época oscura y trágica de nuestro país.
El agotamiento del sistema se vio afirmado en un primer momento con movimientos como el “15 M”, que proclamaban que nadie les representa. Y más tarde con la aparición de nuevas opciones políticas que señalan sin disimulo alguno los fallos de este sistema que nos ha llevado a preguntarnos “¿Qué es la Democracia?” “Realmente este es un sistema democrático?” o no es más que un sistema de turnismo de partidos que recuerda al corrupto de Sagasta y Canovas de Castillo?”.
Aquí está lo importante “¿Qué es democracia?”, “¿es acaso votar cada cuatro años hacia dos opciones políticas que en la políticas importantes son prácticamente iguales?”, “¿o conlleva una mayor participación por parte de la ciudadanía?” . La palabra viene del griego y significa poder del pueblo. Esto evidentemente no se cumple en ninguna democracia occidental, porque este no es un problema sólo de España, es un problema mundial del sistema, los gobiernos se comportan como meros títeres de los poderes empresariales y han olvidado al pueblo.
Lo más importante del surgimiento de los nuevos partidos, no es sólo que puedan arrebatar el poder a los poderosos, sino que han conseguido que la gente piense más por sí misma, y se planteen si las políticas que se hacían hasta ahora eran las únicas posibles o si realmente hay otra forma de hacer las cosas.
Ante esto, las viejas formaciones esgrimen el discurso del miedo, como si sólo ellos, los mismos culpables que nos han llevado a esta situación, fueran capaces de revertirla. Es esta premisa la que va a examinar a la ciudadanía, el miedo contra la esperanza, ¿realmente somos un pueblo maduro y adulto?, ¿vamos a ser capaces de llevar la política a las calles?, ¿O vamos a seguir dejando que decidan por nosotros?
Los resultados de las elecciones indican un principio de cambio, pero no el suficiente, las viejas fuerzas políticas siguen siendo las más votadas, aún queda la prueba definitiva. ¿Podremos dejar de ser esclavos?
M.P.
INUPSI
Considero que efectivamente, tal y como dice nuestro compañero Juan, que las cosas habrá que mirarlas con lupa. Pero, en todo caso, considero que la mayoría de la ciudadanía ya está cansada de que la tomen como a un objeto que hay que cuidar o movilizar. El tema de fondo es que estos nuevos partidos están llenos de ciudadanía y es por ello que han subido en las encuestas y sus resultados electorales. El tema es quién de estos nuevos partidos, aunque no hay que olvidar que los tradicionales ya quieren capitalizar el cambio, es capaz de traducir o interpretar más adecuadamente la demanda de cambio.
El comienzo del cambio que estamos viviendo en nuestras instituciones debe ser vigilado con lupa y no creer que solo con la llegada de nuevos partidos el cambio se constituira en España. Habra que ver hasta que punto la ciudadania está preparada para preocuparse realmente por la política y ser politicamente activas.