Anorexia
Para comprender el fenómeno de la anorexia es necesario partir de nos encontramos ante una enfermedad de tipo psicológico…no se trata de un problema genético u orgánico… tampoco se trata de una enfermedad heredada de la cultura, aunque algo influyan los ideales estéticos de nuestra época. Lejos de todo ello, la anorexia alude a un conflicto psíquico inconsciente donde la pulsión de muerte campa por sus anchas.
En el lado de los síntomas, el rechazo de la alimentación o una pérdida del apetito marcan la anorexia. Se suele dar más en adolescentes mujeres de 15 a 25 años, también en niños, incluso en los más pequeños en el momento del destete.
Suele comenzar como una pérdida de apetito que deriva en un rechazo frontal a la alimentación, que puede ser total o parcial cuando sólo se rechazan determinados tipos de alimentos.
En la anorexia de los sujetos adultos, la enferma o enfermo manifiestan una especial preocupación por la imagen corporal, se suele mirar mucho en el espejo, se pesa con frecuencia y suele concebir un peso ideal excesivamente alejado de los límites médicos aconsejables. En ese ideal influyen los ideales estéticos de la época.
Otros síntomas que acompañan la anorexia son la melancolía, la hiperactividad física e intelectual y la amenorrea en las mujeres (retirada de la menstruación) que además suele ser el primer síntoma que aparece. También son muy característicos los vómitos. El enfermo come porque tiene hambre, después no soporta la comida en el cuerpo, la siente como un cuerpo extraño que engorda y que tiene que expulsar, de ahí también la toma continua de laxantes.
Además es curiosa la capacidad que tienen los sujetos anoréxicos para ocultar o justificar, en una primera fase de la enfermedad, los síntomas, de modo que suele pasar desapercibida la problemática para la familia y amistades. Este es un síntoma especialmente perjudicial, los enfermos suelen llegar a la consulta cuando la enfermedad ya está en una fase relativamente avanzada.
Pero… ¿cuáles son las causas de la anorexia?
Si hemos definido la anorexia como un rechazo a la comida, ante todo hay que aclarar que la comida no es la comida en sí misma…en el conflicto que el enfermo tiene con la comida están representados otros conflictos que, en su origen, tienen una particular conexión con la relación entre el enfermo y su madre. Esto se puede entender fácilmente si pensamos que el bebé cuando nace establece un vínculo afectivo con la madre a través de la comida…no se trata sólo de la leche, se trata especialmente del afecto y de la ternura que se transmiten.
“A través del hambre, el niño pide la necesidad fundamental de los humanos: amor”.
En la evolución, el niño tiene que ir renunciando a la protección materna y enfrentándose a una realidad que cada vez le pide más responsabilidades…esa es la educación: hablar, control de esfínteres, colegio…etc…De alguna forma tiene que ir asumiendo continuas frustraciones de amor…Cuando llega la adolescencia, las cosas se hacen difíciles, el sujeto se tiene que enfrentar a la formación de una identidad, donde la sexualidad, esto es, la relación con el otro sexo, adquiere una importancia fundamental.
En el sujeto anoréxico, las cosas se vuelven difíciles en la adolescencia, crecer crea inseguridad y sensación de pánico, y la sexualidad queda del lado de la culpa con la madre…El rechazo a crecer y el fuerte sentimiento de culpa se traslada a la comida….es como si se dijeran “me da miedo salir de ti madre y comer, crecer es hacerlo…no quiero la comida…no quiero mi deseo”. Es por ello que el sujeto anoréxico puede correr peligro de muerte.
En el fondo se pone en juego una relación ambivalente con la madre, una madre vista como exigente en su demanda. En esa relación ambivalente, también se produce el rechazo de la madre, de la comida de la madre, del afecto exigente de la madre…
Es así como el sujeto anoréxico se queda en terreno de nadie y en un continuo estado de contradicción. No quiere crecer, no quiere tener cuerpo adulto, y ello le lleva a quedarse en una posición infantil. Pero por otro lado, quedarse en esa posición infantil es comer la comida de la madre y necesita salir de ahí, de esa asfixia que puede sentir como consecuencia de la demanda exigente.
La esperanza del sujeto anoréxico pasa por trabajar su deseo y su identidad a través de un tratamiento psicoanalítico, de tal forma que pueda conseguir un independencia emocional de la madre.
J.C.P.
INUPSI