INTELIGENCIA

Para Lacan la inteligencia humana no es la capacidad cognitivo-mental, una potencia neuronal que en cierta manera es compartida con los animales, sino que lo importante es la inteligencia de ¿qué?, es decir qué cosa se trata de comprender, sobre qué objeto se aplica esta potencia de la mente. Lacan en el seminario V: Las formaciones del inconsciente, expresa esta cuestión con mucha claridad, dice: … la operación esencial de la inteligencia, consiste en formular el elemento que corresponde al establecimiento de una proposición con una x… Quizás el hombre se distingue de los animales por su inteligencia, pero en esto la introducción de formulaciones significantes es primordial”. Lacan está indicando que no es tanto la inteligencia como capacidad, sino las formulaciones significantes, es decir la trama significante y la producción de la falta como “incógnita” (es decir producir el vacío en lo real) propia del ser de lenguaje.

Lo importante de o que llamamos inteligencia es cómo podemos investigar a partir de establecer una incógnita. Es decir,  como  podemos partir de un objeto vacío. Esta formulación parte de su investigación sobre el origen de la mente humana y su constitución. Parte de que el crecimiento del bebé  implica una separación del mundo ideal infantil donde existe una simbiosis con la madre y, en ese sentido, parte de aceptar una falta, un vacío que implica que no existe el paraíso ficticio de completud. A partir de ahí, el deseo de saber, la incógnita x que buscar…

Es el momento de introducir una observación clínica a propósito de la inteligencia. Se puede observar que el sujeto en la debilidad no participa ni como productor ni como receptor de esto que se llama los chistes de ingenio, está claramente fuera de esta dimensión del lenguaje. No se trata de la risa, o de lo cómico donde ellos participan, quizás en exceso, sino del mecanismo significante por el cual se produce la aparición -inesperada- de un sentido nuevo. La buena pregunta respecto de la debilidad mental no es sobre la inteligencia, sino sobre el ingenio, en concreto sobre la falta del chiste de ingenio, ¿cómo explicar que el sujeto débil no participe de la dimensión de la palabra que se manifiesta en el chiste?

El chiste, no es un fenómeno menor -como los trabajos de Freud y Lacan mismo ponen de manifiesto-, sino que muestra de manera extraordinaria el funcionamiento del “inconsciente estructurado como un lenguaje”, y subraya el mecanismo de la metáfora y de la metonimia como los generadores del sentido, de la falta y del objeto psíquico. “…la posibilidad misma del juego metafórico se basa en la existencia de algo que sustituir. La base es la cadena significante, en cuanto principio de la combinación y el lugar de la metonimia”. La producción del “algo que sustituir” es decir el objeto primordial, en este contexto de la enseñanza de Lacan, es el objeto producido por la función metonímica. Se podría considerar que la falla intelectual indica que el objeto primordial en la debilidad mental está alterado, quizás decir que falta es excesivo, pero su lugar de existencia está trastocado.

Todo esto es una formulación lacaniana que quizás pueda parecer complicada pero que se basa en algo fundamental y claro: la inteligencia no se escribe con mayúsculas, se escribe con minúsculas, no se trata de una adquisición genética sino de una transmisión cultural, tiene más que ver con el inconsciente y su constitución, que con algo consciente y medible. Y, para terminar, diríamos que en nuestra sociedad se mide más desde la lógica falocéntrica del poder que desde la lógica de lo que es un sujeto…

 

J.C.P.

INUPSI

 

Esta entrada tiene un comentario

  1. Cristina

    Estupendo artículo!. Me ha abierto los ojos sobre la inteligencia. Tenemos la manía de clasificar a los sujetos según su cociente intelectual como si esto fuera definitorio para saber quién es esa persona. Es más, se tiende a dar un poder determinado a la inteligencia que ahora veo según Lacan que no lo tiene

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