SALUD Y ENFERMEDAD
Saber donde está el límite entre la salud y la enfermedad a veces no es tan claro como pudiera parecernos, más si se trata del terreno de lo psíquico. Intentemos una aproximación para buscar el límite…
Para empezar, pensemos en el concepto de anomalía. Se trata de un término descriptivo que se refiere a un hecho, a una desviación, a la presencia de algo insólito o desacostumbrado. La anomalía no tiene porque ser patológica…Pongamos un ejemplo: un anciano está paseando por la playa después de media noche, de pronto piensa que nunca en su vida se ha bañado por la noche, sin pensárselo dos veces se quita la ropa y se tira al agua… Su mujer que está mirando toda la escena se queda perpleja y piensa “se ha vuelto loco”. Y ¿Por qué?, tenemos tendencia a diagnosticar la locura a las primeras de cambio. Esta conducta puede resultar sorpresiva y en ese sentido anómala pero no tiene porque ser, en sí misma, una conducta patológica o enferma.
¿Y lo normal? ¿Qué es lo normal?. Al utilizar esta palabra estamos aludiendo a lo que es conforme a la regla, lo que no se inclina a derecha ni izquierda, el famoso centro de ahora. Es lo habitual, esto es, el promedio….se trata en realidad de un término estadístico. Es aquello que de acuerdo con una distribución “normal”, se da con mayor frecuencia. Tiende entonces a ser análogo a lo frecuente… Normal entonces puede ser la patología, como por ejemplo el hábito de fumar.
Como se ve, las cosas no son tan claras. Un problema serio es que se le suele dar un juicio de valor a los términos normal y anomalía. Es entonces cuando normal es sinónimo de bueno y justo…se podría decir que esto es una injusticia porque es simplificar las cosas y dejar que lo bueno y lo malo lo establezcan unas estadísticas.
Esta manera de ver las cosas tiene una base sociocultural y en realidad se refiere a la adaptación o desadaptación del sujeto al sistema social. No deja de aludir a prejuicios.
La enfermedad mental no está necesariamente en las conductas fuera de la norma. El límite entre la salud y la enfermedad no es una cuestión estadística. En realidad se trata de dos términos heterogéneos, distintos, la diferencia es cualitativa.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define la salud mental como: “estado sujeto a fluctuaciones provenientes de estados biológicos y sociales donde el individuo se encuentra en condiciones de conseguir una síntesis satisfactoria de sus tendencias instintivas asi como de formar y mantener relaciones armoniosas con los demás.”
El acento está puesto no en si una conducta es normal o anómala, si acaso se alude a si una conducta es equilibrante para el sujeto o no. Por un lado, el sujeto tiene que enfrentarse a sus instintos y pulsiones. Por otro, tiene que hacer frente a una serie de reglas sociales. En realidad se trata del encuentro entre la naturaleza y la cultura. Lo importante en la salud, es conseguir mantener un equilibrio.
En este sentido, la enfermedad aparece allí donde deja de haber ese equilibrio, donde el sujeto se desestructura y no puede satisfacer ni a lo social ni a sus instintos…
El origen de la enfermedad mental hay que buscarlo en una análisis de la realidad actual e histórica de un sujeto. Ver que acontecimientos actuales han podido desencadenar la enfermedad, y analizar en que momento de la historia del sujeto falló el equilibrio y provocó una cierta predisposción a la enfermedad.
Ciertamente, la frontera entre lo normal y lo sano en cuestiones de psicología es difícil de determinar. Y el equilibrio también se antoja complicado de encontrar.