TERAPIA PARA LA PAREJA EN CRISIS
La terapia psicoanalítica de pareja centra su técnica de escucha en el funcionamiento de la pareja como entidad psíquica. Tiene por objetivo permitir a la pareja en crisis la elaboración de lo que se juega en el desacuerdo que se instaló entre los partenaires, con el fin de ayudarles si es posible a restaurar el vínculo que tejieron juntos y de modo a permitirles la evolución de su relación.
Ello no quiere decir que se tenga que restaurar el vínculo necesariamente, pudiera ser que la salida de terapia sea una separación. De lo que se trata es de conseguir un equilibrio donde los dos miembros sean realistas y logren actuar de acuerdo a una ética en donde se pone en juego su deseo.
La técnica se llama psicoanalítica en la medida en que tiene en cuenta en la relación las manifestaciones del inconsciente, la dinámica del conflicto psíquico con sus mecanismos de defensa y su reactualización en la relación transferencial entre partenaires y entre estos últimos y el terapeuta (también puede que sean dos terapeutas).
Podemos considerar que vivir en pareja compromete la totalidad del ser y que, por tanto, las crisis de pareja son también crisis de identidad. Por una parte, la elección del partenaire es en gran medida inconsciente y, por otra parte, la relación amorosa es de todas las relaciones humanas la que más profundamente implica la subjetividad del sujeto. No debe sorprendernos entonces que la relación de pareja se convierta rápidamente en un teatro donde se representen de manera repetitiva ciertas escenas traumáticas antiguas, incluso transgeneracionales, y los restos de los conflictos psíquicos en espera de simbolización.
La terapia psicoanalítica de pareja se dirige pues de manera preferencial a los que, al vivir su relación marital durablemente, se enfrentan a su evolución, es decir al cambio. El estado de crisis dificulta el diálogo, reduciendo considerablemente la función de lo imaginario, acelera los mecanismos de proyección, reduciendo la expresión emocional a descargas impulsivas, a veces violentas, que consumen rápidamente la reserva narcisista de la pareja. Los cónyuges se encuentran decepcionados, afligidos, desorientados. En este contexto se suele inscribir la solicitud de una terapia.
La terapia psicoanalítica se suele detener cuando la propia pareja, al sentirse capaz de regular por ella misma sus conflictos, está en condiciones de reinstalar tal como le parezca el futuro del vínculo. Una terapia analítica de pareja es una experiencia a vivir que reactiva frecuentemente el proceso creativo en el vínculo.
INUPSI